Junio 29 de 2023
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Te extraño
y mi canto es tristeza
un abismo del tamaño de tu alma,
al que me lanzo en embestida,
como retando al tiempo que nos queda,
como sufriendo por los años perdidos,
como añorando lo que será.
Y regreso en el pensamiento
a aquellas calles frías que caminaba
ansiando cada beso, cada gota,
sin ti, por ti, desde ti, para ti,
como si el mismo frío mortal
se alojara en mi espalda encorvada;
como si regresara treinta años
y súbitamente fuera treinta años mayor.
Me hacen falta
el olor de tu cuello
el brillo de tu sonrisa,
el sabor de tu sexo,
la lujuria de tu lengua
y el espasmo de tus agitaciones,
convulsos poemas de tu vientre
que emigran de entre tus muslos.
Mas el frío de esta distancia
no sabe a licor, ni sabe a nada;
es como estar suspendido
en tormentas sin sonido,
sin olas, sin las mil gotas y el viento;
es abandonarme a un naufragio
que se hunde en la sima
oscura y sorda
que silba tu nombre.
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