Junio 30 de 2023
23:57
Como nubes estacionarias
los recuerdos se reúsan a marcharse;
emisarios de horas que no volverán;
mensajeros del tiempo,
convertidos en eternidad,
por la voluntad de las neuronas,
por el capricho de los deseos,
por la caótica furia del azar,
que se nos antoja destino.
Y regresan en su momento propicio
para dejar patente
que nos abandonarán impunes
pues somos prisioneros de su ira
y huéspedes privilegiados de su ternura.
¡Oh, los recuerdos de tus ojos!
Suaves caricias sobre mi rostro
rocío temprano sobre mi piel seca
¡Oh, los ecos de tus risillas!
mixtura de tu timidez y picardía
me despiertan en la madrugada
para no dejarme aletargar.
Y escribo versos con la textura de tus dedos
y delineo caminos sin regreso tras tus pasos.
Quisiera tornar en vino tu ansia contenida,
y en canciones de ámbar tus palabras.
Mas sólo quedan estas líneas inestables
como cantos fúnebres al final de junio
exiliados de nuestras lunas,
de nuestros atardeceres en la playa,
para un coctel de nostalgias servidas a prisa,
dejándome también sin palabras en la boca
mientras rememoro tu espalda de mujer
tu espalda hermosa y muda.
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