Febrero 28 de 2022
3:27
De aquellos años a estos otros
desando agonías sin tu mirada
y emprendo audacias con tu boca.
Deviniste mujer de mis extravíos
en noches solitarias cantando al vacío
te hiciste musa de las tardes grises
y te convertiste en mi canción preferida.
Tantas calles anduve tras tus pasos
siguiendo una mirada perdida, quizás,
una hipotética intención que me alegrara
o el simple sabor de un beso distante
perdido para siempre en el tiempo
sin el remedio de la repetición
sin la posibilidad de que aparecieras.
Mas el mundo es un giro inverso
cuyas aristas no alcanzamos a intuir
nos besa la frente mientras dormimos
y nos deja una nota sobre la almohada...
Volviste, contra todas las previsiones,
con el furor de la tempestad
con los mil sabores de frutas frescas.
Regresaste para inaugurar la fiesta,
alegrar las eras del universo que somos,
despejar todas mis incógnitas,
otorgándome alegrías y placeres inauditos.
Apareciste al otro lado de la calle
y detuviste el tiempo con una mirada
esparcías esperanzas a tu paso
y la promesa de tu cuerpo en un abrazo.
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