Febrero 8 de 2022
23:49
Qué placer es mirarte
y dejar correr las horas.
Abundan razones para quedarme,
como estrellas ansiando el cielo,
y sembrar anhelos en tu piel tibia
escribiendo versos en tu vientre.
Se escapan por la ventana los instantes
y vuelven a impregnarse
en los rincones que nos miraron desnudos
ebrios de amor,
alimentándonos de sus néctares,
sin pudores, sin afanes, sin miedos.
Gotas de vino,
botellas de música,
temblores de tus senos entre mis manos
besos tiernos de despedidas postergadas
abrazos inestables
bajo las sábanas y bajo el agua...
Y una página más en nuestro libro.
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