Octubre 7 de 2020
22:17
Te amo
y aprendí a hacer del silencio
un cómplice leal a la distancia;
donde tus brazos no me esperan
los míos te buscan;
a mi aire le falta tu fragancia,
a mis palabras tu nombre
y en los ojos no hallo
la visión sublime de tu desnudez.
Tal vez tus palomas errantes
buscan otros cielos para descansar,
pero eres mi mundo;
tengo tus besos, tus palabras, tu mirada
y siento que eres todo lo que necesito...
Tú, una copa de vino y música.
y mil horas para gastar contigo,
traspasando fronteras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.