Octubre 2 de 2020
14:20
Hay un secreto
sin fecha de vencimiento
una sensación que no se marchita
proferido a los cuatro vientos
encerrado en minúsculos fragmentos
en las letras de tu nombre
visibles para quien sabe hallar
ignotos a la luz del día
donde todos juegan a ser felices
arrastrando su existencia
como un lastre intangible.
¿Quién sabe lo que da el amor?
Las convulsiones en el alma
cuando contemplan tus ojos adorados
y sienten la caricia de esa voz tuya
única, inconfundible, dulcísima,
cuyos susurros se quedan dentro
como flechas de azúcar
y se vuelven música en las noches.
Tu aroma, la tersura de tu espalda,
el misterio derramado
en los regalos húmedos de tu lengua
los néctares alucinantes
de tu cuello, de tu pecho, de tu sexo,
fórmula de placeres indescriptibles
para embriagar mis días
con sorbos de tu licor
en tu ausencia.
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