Junio 5 de 2019
22:33
Es néctar tu beso y amargura tu silencio,
el de tus ojos que me esquivan
como aves a la noche.
Y comprendo
que nací para guardar este secreto
del amor que une nuestras orillas
como un río sereno y a veces recio.
Te amo desde cuando te miraba
con la curiosidad acechante del niño.
Te amo desde cuando te ceñía
con la mórbida obsesión del hombre,
para soñar luego, como jugueteando,
con la ilusión del sabor de tus besos.
Te amé hace días cuando eras mía
y te amo en esta soledad muda
donde me adormezco aguardando otra noche
embriagándome de ti al cerrar los ojos
y recordando cada pliegue de tu piel desnuda
para reconocer su sabor
como una fruta que arranco despacio.
Y en este silencio
silencio de tu voz y tu respiración agitada
atesoro una noche más tus secretos.
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