Junio 23 de 2019
17:44
¿Quién podría haber contado
la dulzura de tus ojos a los míos?
Tantas tardes, tantas horas
deshojándonos como flores
ebrios de vino, ansiosos de amor.
Y en la penumbra, entrelazados,
con la humedad del sudor y nuestros sexos
cantan los corazones su melodía
afuera hace frío, adentro ardemos los dos
devorándonos con el hambre retrasada.
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