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Diciembre y la nostalgia.
Diciembre y la alegría.
Diciembre y tú.
La música y las luces
me hablan de tu piel clara
tus besos escondidos
y sabores de licor.
En diciembre me enamoré de ti.
En diciembre tuve la certeza de amarte.
En diciembre reí contigo y bailamos.
En diciembre lloré al saber que te perdería.
Un mes de tus ojos
de tu risa que me seduce
de saberte distante
y esperar un milagro
durante largos años
caminando kilómetros
intentando encontrarte.
Un diciembre rasgué tu memoria
aferrándome a otro cielo.
Un diciembre te miraba llorando
y volabas sin voltear a mirarme.
Diciembre recogiendo pétalos muertos
y promesas que no dijimos
aferrado a una esperanza
que se perdía en enero
y renació en febrero.
Diciembre de hallarte
otra vez a mi vera,
riéndonos del tiempo;
burlando los cerrojos;
pintando los muros
con tinta de nuestros besos;
destrozando rocas
con el agua de nuestras canciones;
impregnando jardines
con el aroma de tu sexo.
Diciembre de soñar
pero ansiar estar despiertos
pues es tan rápido
tan breve como una eternidad contigo.
Se desgajarán sus tardes
y ya no sabré de ti.
Siempre fue así
y es su encanto
y también su tragedia.
Amarnos y alejarnos
sonrisas en la tarde
locuras en la noche
y lágrimas en la mañana.
Siempre fue así
y es bello contarlo...
Diciembre y la nostalgia.
Diciembre y la alegría.
Diciembre y tú.
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