Agosto 24 de 2023
18:04
Por favor, no te disgustes,
si te parece que me distraigo
mientras me hablas,
o me susurras mientras te poseo
en realidad saboreo cada palabra
y disfruto como nadie tu acento.
Algo en mí se estremece en secreto
cuando me saludas el alma
con la delicadeza de tu aliento,
con la dulzura de su voz de mujer,
con tu prisa y con tu calma.
Deleite es que, al amarla,
me bendiga tu voz tan quedo
y se quede alojada en mi pecho,
tu voz ansiada, de tarde y de noche,
cuando cierro los ojos para escucharla,
placer que, desde siempre, yo esperaba.
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