Julio 22 de 2022
01:29
Apareciste de la nada
y de todos lados;
ya te traía en el alma
como una canción
latente en mi pecho,
te buscaba, sin conocerte
y tu voz me dijo una tarde
que serías tú, para siempre
tú en mis tardes
tú en mis sueños
inscrita en mi sangre
horizonte de mis miradas
luna de mis noches sin ti.
Y así, te hallé una tarde,
primero en una sala,
luego en un baile,
otra vez en el campo
y al borde de un río;
y te tuve, mirando el mar
al aire tibio de una isla
en la oscuridad anónima
y a la luz del día;
fuimos tormenta y pausa
poema y canción
ebriedad y ensueño.
¿Quién podría jamás
adivinar nuestra historia
trazada en las páginas
de un libro sin final?
Lo escribí en mis tardes,
te lo entregué una noche
y lo guardaste en silencio;
lo continué en tu ausencia
y te lo develé otra noche
hasta hacerte llorar;
y he aquí otra página
del relato de amores
y de amarte en ausencia.
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