Octubre 6 de 2023
2:19
Extraño tu mirada
y la posibilidad de atisbarte en la esquina
como si las estrellas gritaran tu ausencia
allende las montañas
desde donde me susurras que estás lejos.
Susurro que es como navaja en mi memoria
acostumbrada a ti, a tu corta distancia
a tus besos, al frío que calculo antes de una cita.
Y de repente me doy cuenta
que existen distancias de distancias
unas más crueles, más frías
unas que nos dejan huérfanos
otras infranqueables que nos dejan mudos
preguntando en la oscuridad tétrica
ansiando debajo de las cobijas
mintiendo a la piel el sabor de un beso
y soñando con tu espalda fina.
Tus piernas son calor y frío
homenaje de tu ombligo
y esperanza de tus senos
que se me escapan de la imaginación
para huir al olor de tu cabello mientras duermes.
Tus ojos se me antojan un libro abierto
para asomarme a tus sueños esta madrugada
madrugada sin ti, al acecho de un beso,
a la búsqueda olfativa de ese sexo tan tuyo,
separando espinas antes de comer tu fruta.
¡Cuánta hambre y cuánta sed
al otro lado de esta gélida distancia!
¡Cuántas ansias dormidas tras intuir
que hace unas noches estabas conmigo!
Cuánto extraño tu cintura y tu voz
mientras abro tu libro para evocarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.