Marzo 14 de 2022
23:42
Sucede cada que nos vemos
sucede como tiene que suceder
mitad artilugio y mitad azar
sucede que nos escapamos
del tiempo y de los demás
de las responsabilidades
de las indiscreciones
de las miradas.
Me encanta su sexo ardiente
me encanta tenerla toda
como una fruta dulce
como copas de licor;
y de pronto, sin explicación
con la premeditación de los años
nos fundimos en un abrazo
y empezamos a amar.
Ella, a veces, puerta abierta
Yo, a veces, volcán
nos encontramos en la penumbra
e inicia una inquieta canción
como de misterios de luna
y tiempos grises de soledad
que se vuelven miel en sus senos
y en el abismo de su garganta.
Son maneras de querer y de estar
sólo nuestros abrazos conocen
la dulzura de semejante cercanía
y cada noche en sus horas
el amor se hace a la mar con nosotros
y emprendemos un nuevo viaje
sin ruta de regreso, pues hace tiempo,
comprendimos que puede ser el último.
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