martes, 27 de abril de 2021

Oda interminable

Abril 27 de 2021
9:46


Recuerdo tus manos
la cascada de tu espalda
los finos contornos de tus brazos
y las ondulaciones de tus cabellos
reposando sobre tus senos;
y tus ojos mirándome
mientras te descubro
como a un milagro
que atesoro en secreto.

Y al recordarte en silencio
te me vuelves cielo de días mejores;
como si no quisieras irte
y quedándote,
hiciéramos fiesta;
y los ecos de tu risa son música
y tu fragancia el licor
en una oda interminable
para derrochar recuerdos.




Indefinible

Abril 27 de 2021
9:27



Cierro los ojos
y te veo más claramente
como si no dejaras de ser 
en una secuencia nítida
de movimientos y de gestos
de pausas y silencios;
y me alegro nuevamente 
de que seas tú,
indefinible, inagotable,
como la luz que nos atrapa
y nos vuelve otros en la mañana.




viernes, 2 de abril de 2021

Como un milagro

Abril 2 de 2021
22:35

El viernes santo en la tarde, tras la noche de momentos dulces y erráticos de aquél jueves santo, en la agonía de saberte perdida, quería todo lo que me evocara a ti. Te recordaba con melancolía, con apego, con el sentido desgarrado de querer tenerte y de saber que de muchos modos no estabas ya.  Y tu hermana, esa buena tarde, como un ungüento para la herida abierta, me decía que ciertamente me habías querido, aunque por ahora no había nada qué hacer. Quizás por leer en mi mirada lo que no me atrevía a confesar, en la bondad de quien nos acompaña a caminar cuando no hay a dónde ir, ella estuvo destinada a saber cuánto te amaba. Y creo que leía lo mismo en mis ojos, años después, cada vez que hablábamos sobre ti, o quizás tan sólo al ver cómo alterabas mi vida sólo con acercarte o aparecer a la distancia, como un milagro.

 

jueves, 1 de abril de 2021

Un jueves santo

Abril 1 de 2021
17:56


Un jueves santo
me deshacía de celos
y de ganas de verte.
En la errática conducta
de buscarte en la noche
me perdí yo mismo
para hallarme en tus ojos.
Sonaban canciones
hablando de los mismos deseos
de las mismas penas
de las mismas emociones.
Se alternaban con las copas
con la angustiosa despedida
con tus besos,
un jueves santo.