jueves, 28 de enero de 2016

Hasta entonces

Enero 28 de 2016
22:51


A veces siento como si estas frases, en ocasiones tan discordantes y desesperadas, fueran el único vínculo que tengo con tu mundo, mi amor.

Desde este lado del muro, te vislumbro con esperanza. Siento por instantes el rumor de tu voz, la sobrecogedora impresión de que te acercas en un suspiro para darme la mano. Mi vida se me va latido tras latido, y no dejo de añorar tu cercanía. Mi boca espera el néctar que destilan tus labios, en un arrebato de fantasías y recuerdos. No te me vas, no te me vas... Tu vida sigue tan cercana, tan íntima al alma mía, que siento morir si me llamas.

El verano de este afecto entrañable, prisionero de tus caricias, a merced de tus caprichos, pareciera expirar con los vientos fríos que me hablan de distancias. El dolor amargo de haberte perdido; la esperanza de tu mirada en otra playa; la alegría de los momentos que me regalas sin saberlo; la serenidad del mar imposible de esta ilusión, Todo se conjuga para ratificar a la luna cuánto te amo, cuánto sufro por tener tu beso y descansar al abrigo de tus cabellos.

Quizás Dios, Singular Esperanza, en un manto de compasión le otorgue el descanso a mi corazón. Quizás deba resignarme a caminar solo el resto de mis días, llorando anónimamente el designio de este amor incomprendido. Quizás retornes a mis brazos y me regales la vida que te llevaste cuando partías hacia tu destino. Quizás el deleite de imaginarte tan mía como he soñado, no se compare con los éxtasis de amores que escondes para mí.

Hasta entonces, mi amor, mi dulce ilusión.




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