Octubre 16 de 2015
20:16
En las extrañezas de tu alma,
existen caprichos que enamoran.
Misterios que me atrapan,
destellos que me asombran
Tras el grave silencio, retornas,
con la dulzura que recuerdo.
Como si me amaras, te asomas
acechando desde el cielo.
Te reencuentro, perdida flor,
perfume evocado en suspiros.
Te escucho, cual otro corazón
latiendo muy junto al mío.
Y como un sueño sorprendido
que al escuchar el reloj nos aturde
Veo que no te había perdido
pues en verdad nunca te fuiste.
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