domingo, 30 de enero de 2022

Ocasión feliz

Enero 30 de 2022
23:14


Al fondo de las calles
cruzadas por las sombras
de los semáforos y de los postes...
Al otro lado de edificios
y casas apiladas en la noche
con sus gatos melancólicos
y sus palomas resignadas...
A la vuelta de las esquinas
donde se rumoran los besos
y se esconden los suspiros
de quienes se ansían a solas.
Detrás del caos de las luces
y al final de todos los ruidos
están tu voz y tu mirada
escondidas tras la ventana;
y como la ocasión feliz,
estás tú también, sentada,
poesía con rostro de mujer
y con flores de tus manos,



miércoles, 26 de enero de 2022

Un algo que te recuerda

Enero 26 de 2022
4:12


Me miras desde detrás de la puerta
me hablas mientras duermo
me visitas en la madrugada y me abrazas
me dibujas escenarios conocidos en un instante...
No es asunto de miedo, en absoluto,
es que sigues conmigo tras la despedida
estás tan presente en estas horas sin ti
que te asumo en todos los gestos
como si vivieras conmigo.
Volteo a mirar y pregunto ¿qué dirías?
y una tibia alegría me acaricia
por saber que desde lejos me acompañas
y, que de alguna manera,
también sabes que estoy contigo.
Primavera de hojas caídas
invierno de sol en la tarde
otoño florido entre aromas
verano para estremecerse de frío.
Nada es lo que parece,
pues seguimos juntos,
y nos saludamos desde la distancia
mirando la posibilidad de tu silueta
adivinando mi sombra furtiva
tras los reflejos de la ventana.
Desde enero, desde el domingo
existe un algo que te recuerda
una canción a lo lejos
o un aroma fugitivo
y en las calles, frente a tu casa,
mis pasos cuyas huellas te susurran
entre ecos que repiten que te quiero.

  


martes, 25 de enero de 2022

Tu glosario de placeres

Enero 25 de 2021
11:39




Me gusta cuando estamos juntos
a solas, para disfrutar tu risa
tu mirada y la humedad de tu sexo tibio
agitándonos en una danza pactada
yo sintiendo tus texturas, tus aromas
las gotas tibias de tus senos
y tú, mi palpitante espiga que ansía tu esencia.
Me gusta recorrer tu vientre
y abrazarme a tus caderas
como si me salvara de una caída
o me desgranara feliz tras tus éxtasis.
Me gusta escuchar el idioma de tus orgasmos
tus sílabas de gemidos y tus pausas
y de todo ello armar tu glosario de placeres,
describirte entre versos 
y explorar la transparencia de tu desnudez.


  

Me quedo contigo

Enero 5 de 2022
11:24


Me quedo contigo
con las conversaciones pendientes
y los momentos vividos
con la suma de nuestros instantes
que son en sí mismos un universo infinito.
Me quedo con tus besos
que endulzan cuando te tengo
y hieren cuando te has ido, 
puertas de tus labios a placeres inefables
sensaciones placenteras y desvaríos.
Me quedo en tu cuerpo
horas sin palabras y humedad
certeza de aferrarte a mí
y quedarme con tu alma de vino
como llevándome partículas de ti 
a la cotidianidad del sinsentido,
pues nuestro itinerario alegórico
ha sido correr mientras nos buscamos
y huir felices del hastío
para abrazarnos en una canción
o embriagarnos de amor en la penumbra.
Sí, me quedo contigo,
y te llevo a mi lado entre silencios
te guardo muy dentro 
donde tú sabes que te cuido 
en la frontera de esta agonía sin ti
misma que cruzas para unirnos
y ser cómplices en la ternura
en la calidez y el instinto
para amarnos con lo que tenemos
con lo que somos y despedirnos
hasta que llegue la próxima tarde
tarde de fiesta, tarde preferida
de volver a mirar tus ojos lindos.


jueves, 13 de enero de 2022

Fragmentos de una historia (II)

Enero 13 de 2021
21:36



El anonimato de un taxi. De pronto, siente uno que el mundo es pequeño y sus caminos entrecruzados ofrecen posibilidades inesperadas al alcance de un llamado. Las calles se vuelven oportunidades y los instantes están listos para brillar. Esa mañana, Liliana y yo íbamos sin precipitaciones al hotel que nos aguardaba. Y para nosotros, el sol de aquel viernes empezaba a resplandecer. 

El pasaje de edificios modernos dio paso, al otro lado de un puente, al de las antiguas construcciones de los barrios coloniales. De repente, el mar nos saludaba y nosotros le sonreíamos afablemente. A veces, yo tomaba la mano de ella y podía interpretar en su mirada la tranquilidad de saberse querida y al mismo tiempo, la constante sorpresa a la vuelta de cada esquina, a miles de kilómetros de casa. Los callejones y sus balcones coloridos empezaron a ser nuestros desde ese instante, y las horas sólo parecían deparar todo lo que en sueños habíamos contemplado. Horas y horas de tanto conversarlo, ahora se tornaban en realidades para las cuales sentíamos estar preparados... Quizás sí, quizás no. Un imprevisto o un error de tacto y nuestros miedos podrían detonar acciones temerarias. Un siempre temido rostro conocido que nos delatara y todo tendría que replantearse en un instante, sin marcha atrás. Este amor sabía de muros infranqueables y prohibiciones, de cambios de último momento y deseos bebidos a la mitad. De esta manera, durante años, habíamos degustado a voluntad cada sorbo de alegría, lo mismo que habíamos claudicado ante la fuerza inexorable del destino, haciendo silencios de resignación y algo de pena.

Por ahora, mientras el calendario marcaba el penúltimo día de octubre y la hora pasaba del medio día, las puertas del hotel nos daban la bienvenida a una forma de dicha que habíamos experimentado hacía casi un año. Nos registramos como esposos y nos escondimos como amantes; una vez más, la complicidad del ascensor y la tibieza acogedora de los pasillos nos abrían sus brazos en su propio lenguaje. Los equipajes breves, detrás de nosotros, cerraban nuestra marcha hacia la que sería nuestra alcoba nupcial y el cuarto de nuestros secretos. Tan pronto cruzamos el umbral de la puerta, Liliana tomó su lado en la cama ancha y ya todo adquiría un matiz de familiaridad. La complicidad del aislamiento, la delicadeza de su figura de mujer en la penumbra y las ansias largamente acumuladas en la piel, bien podrían ser la música que necesitábamos para desnudarnos allí mismo y dar rienda suelta a nuestras ganas de estar juntos. No obstante, el amor aguardaba en sus múltiples matices y andábamos a su ritmo, conscientes como éramos de querer vivir sin tregua cada instante de aquellas maravillosas horas. El amor tenía su propio intinerario y nosotros íbamos, a la vez libres y a la vez sujetos de su mano.       

miércoles, 12 de enero de 2022

Me gusta

Enero 12 de 2021
21:33


Me gusta llevarte conmigo
pena y alegría simultáneas
sabor a vino y éxtasis de amor
misterio de toda mi vida...

¿Sabes a qué sabe el amor?
¿Has perdido todo alguna vez
y habiendo retornado a tu tesoro
te has sentado a agradecer
por el aire que respiras? 

Y me gusta que te quedes
a hablarme con tu lenguaje
a enredarme la vida con una mirada
a enloquecerme en la largura de un beso
y cuando dejas tus sabores en mí.

Vuelve, desde donde estés,
mis brazos te saben de memoria
y mis oídos conocen bien tu canción 
déjame bendecir tu tibieza
y soñar que volvemos a estar juntos.


martes, 11 de enero de 2022

Fragmentos de una historia

Enero 11 de 2021
22:10



Nervioso, como saliendo de un sueño, para entrar en otro. Así me sentía la mañana del final de octubre en la terminal de transportes terrestres de aquella ciudad costera. Habíamos acordado vernos, como si de una cita de negocios se tratara. Yo había madrugado desde la fría capital para ir a encontrarla, en tanto ella llegaba con algunos imprevistos. Pero al encontrarnos, con la espontaneidad de la música, los aromas del trópico y las gentes que iban y venían, sabíamos que algo maravilloso ocurriría entre los dos a partir de aquellas horas.

Nos miramos y sonreímos. Era aún temprano y entre el sabor del café y los huevos del desayuno, el día se abría paso entre nuestras manos, como empujando las circunstancias que habrían de configurarse. Hablábamos de todo un poco, porque nunca nos habíamos acostumbrado, a pesar de nuestra primera cita anónima en febrero, ya distante, a empezar a hablar de nosotros, de los planes del día y los anhelos de vernos. Estábamos felices, pero los temas que incidían en nuestra charla, le daban color y fondo a los planes que iríamos cumpliendo durante el día. Aún, en otros eventos, cuando nos citábamos en la tarde, para amarnos en la penumbra, era menester la música, las anécdotas de la semana o las situaciones del trabajo. Y aquella espléndida mañana no sería la excepción. 

Horas antes, en la madrugada, mientras tomaba al avión desde el frío de mi casa, una intuición me había invadido el alma. Un estremecimiento halagüeño, una canción alegre retumbando con gentileza en la mente. Iba a encontrarla, lejos de nuestros lugares de vida, de las miradas de los conocidos, de las cotidianidades que se nos enredan en los zapatos y nos distraen del fin amoroso. Ella se me antojaba para mí como las horas del itinerario en el pasaje de abordar. Conocía los lugares a los cuales arribaríamos como nombres dispersos en un lienzo sin organizar, pero adivinaba que en cada uno de ellos se tejían fragmentos de una historia que ya entonces era la epítome de todas mis placenteras temeridades. 


martes, 4 de enero de 2022

La misma playa

 Enero 5 de 2021

1:06




La misma playa

las mismas canciones

las mismas miradas

el mismo secreto.

Nuestros pies en la arena

dibujando metáforas 

delineando labios al besarse

Cómo te he extrañado 

en el escenario del mar.

Y diviso la curva de tu cintura

tu cabello bailando con el viento

y tus ojos mirándome 

hablando un idioma conocido

que ambos sabemos

Te amo y lo sabes

Me amas y es todo.


Bella

Enero 5 de 2021

00:53




Eres tan bella

eres tan bella y no lo sabes

cuando llegas,

mi alma hace fiesta

Y hasta cuando has estado cerca

tu ausencia es bella.