Febrero 11 de 2025
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Agradezco tu nombre
y saludo cada sonrisa que me das;
te me volviste caricia en la memoria
y sabor de tus fluidos de mujer
para aderezar recuerdos
llenar páginas enteras de letras
e imágenes de tu cuerpo desnudo
mientras te fabrico poesías
y pavimento caminos hasta tu boca.
Me hace falta tu voz
sobre todo cuando hay silencio
agobiante, saturado de ausencia,
que me llama desde las calles
y las esquinas por donde caminas;
como si me invocaras en silencio,
como si dejaras tu aroma de hembra
para que corra desde cualquier parte
a mirar tu rostro bello
y tu cuerpo de frutas maduras.
Y le canto tus secretos a la noche
y me exacerba de placeres
cuando los preciso
en mi mente febril
de los vértices de tu cuerpo
de la tibia sombra de tus senos
y los besos que no se agotan
y me invitan a comeros desde lejos,
canto de un amor imposible
que se hizo manjar y savia
que cuidamos entre abrazos
que calentamos en nuestra hoguera
para los fríos abisales
de estas horas de estar separados.